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Dicen que la necesidad agudiza el ingenio. Y, en tiempos difíciles, encontrar formas creativas de relajarse es totalmente esencial. Puedes desestresarte de muchas formas y maneras como cogiendo pincel y pintura o acariciando las cuerdas de un ukelele. Déjate inspirar por diferentes culturas del mundo, desde la India hasta Islandia, y por estas ocho técnicas de relajación y bienestar que puedes probar en casa.

La risa es la mejor medicina

Probablemente ya sepas que el yoga es muy relajante. Pero ¿por qué no probar algo nuevo con una variante algo más alegre de este deporte espiritual? El “yoga de la risa” fomenta risas y carcajadas por igual. El Dr. Madan Kataria inició este divertido fenómeno en 1995 y desde entonces se ríen juntas personas de 53 países. Su divertida versión combina la risa con las técnicas tradicionales de respiración del yoga, lo cual ayuda a producir endorfinas y sentimientos de euforia. Así que ya sabes: ¡échate unas risas!

La siesta de toda la vida

Es difícil desconectar cuando te suena el teléfono por mensajes del trabajo constantemente y fantasear con que estás en la cubierta de un catamarán, ya ni que decir. Sin embargo, hay estudios que demuestran que el tiempo que se pasa soñando despierto o durmiendo la siesta, sin distracciones, puede aumentar tu productividad y mejorar tu funcionamiento cardíaco. Quizá por eso los españoles no somos los únicos que duermen la siesta. En Japón es común la inemuri o siesta revitalizadora. Así que no hay nada de qué avergonzarse, apaga el móvil y échate una siestecita a mediodía. Eso sí, no te olvides de poner el despertador.

Una buena taza de té

Mhhh, una infusión bien calentita. Hay a quien, incluso, le gusta mojar galletas en el té. No hay mejor forma, ni más sencilla de relajarse después de un largo día de trabajo. Y, si no, que les pregunten a los británicos, que beben 60 mil millones de tazas al año. Aunque no son los únicos: en Argentina, Uruguay y Brasil, tomar mate se podría considerar un pasatiempo nacional. Lo cual tiene sus ventajas, ya que está lleno de antioxidantes, aporta energía y tiene otros beneficios. Así que, cuando tus niveles de estrés estén por las nubes, echa mano de la tetera para calmarte.

Un baño de bosque

Tomar el sol es una forma estupenda de relajarse y adquirir vitamina D. Pero ¿qué pasa con esos días grises en los que el tiempo no acompaña? Siempre puedes probar un baño de bosque como hacen los japoneses. La práctica nipona del “shinrin yoki” consiste en empaparse del calor que desprenden los árboles. Se basa en la creencia de que estar en la naturaleza proporciona todo tipo de beneficios holísticos. Para empezar, el baño de bosque es calmante, meditativo y una excusa excelente para descansar de las pantallas del día a día. Pruébalo, un paseo por el bosque te sentará bien.

El sonido de los cuencos

Vale, puede que tus cuencos de cocina no suenen como los cuencos tibetanos, pero aún así puedes adoptar el principio en el que se basa la música de estos cuencos: que el sonido tiene propiedades curativas. Así que, la próxima vez que necesites un descanso o desconectar, saca un instrumento musical o ponte esa canción que te aporta serenidad. Descubrirás que es fácil sintonizar con la creencia tibetana de que el sonido puede curar el estrés y la depresión.

Un baño antiestrés

Si cuando te duchas o te bañas la temperatura del agua está rozando el punto de ebullición, no te preocupes. Sumergirse en aguas extremadamente calientes es un ritual de relajación conocido en todo el mundo, especialmente en la tierra del fuego y el hielo: Islandia. Aunque arrojarse a un volcán es muy desaconsejable, bañarse en unas termas calentadas por un volcán es todo lo contrario. De hecho, se cree que estas piscinas geotérmicas islandesas alivian el dolor y mejoran la circulación. Así que sumérgete en esa bañera humeante hasta que el cuerpo aguante, como los islandeses de verdad.

Un soplo de aire fresco

La mejor cura para quienes quieren pasar tiempo en la naturaleza es tomar el aire fresco. Nadie sabe esto mejor que los noruegos, que incluso tienen una palabra en el diccionario para designar la vida al aire libre: “Friluftsliv”. El concepto que esconde es bien sencillo: rodearse de naturaleza es bueno para el alma, da igual si es durante una acampada o mientras observas las estrellas. Aunque, si no crees muy probable ver la aurora boreal en el parque de tu barrio, aquí tienes otras formas de disfrutar del cielo nocturno.

El calor de tus seres queridos

“Ubuntu” es una palabra para la que muchos idiomas del África subsahariana tienen una versión. Pero ¿qué significa? En español, suele traducirse como “tratar a los demás con humanidad”. En la práctica, es la idea de que todos dependemos de los demás para sobrevivir. Y, por ello, debemos poner los intereses de la comunidad por encima de los nuestros propios. Así que contribuye a tu bienestar con una acto desinteresado para el bienestar de los demás. Ya sea ayudando a un ser querido, asumiendo una tarea doméstica o contribuyendo a una iniciativa comunitaria, ayudar a los demás puede ser la mejor manera de ayudarse a uno mismo.

 

 

 

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